Las ciudades mineras existen desde tiempos inmemoriales. En el mundo las hay de todas las escalas territoriales. Dependiendo de muchas variables, sin embargo, el factor que determina su creación es el factor económico. Esto ha generado que sean ciudades con poca intervención y/o regulación del estado, el cual debería, en el mejor de los casos, proteger a la población de habitar en lugares no aptos para el buen vivir o al menos garantizar que estén libres de contaminación ambiental. En algunas ciudades en los países desarrollados ya se han tomado algunas acciones en este sentido; sin embargo, en Latinoamérica aún queda un largo camino por recorrer. Esta investigación busca poner de manifiesto la necesidad de repensar estos lugares con una mirada más humana y que ponga en valor la calidad del hábitat y la garantice, así como destacar las buenas prácticas de otros países en este sentido. El caso de estudio es Chile, uno de los principales productores de cobre del mundo, donde la mitad del territorio nacional posee algún tipo de explotación minera, pero aún no posee una planificación territorial de estos lugares.
Maria Jose Ortega y Alma Ponce
Maria Jose Ortega, Universidad de Barcelona, Facultat de Geografia i Història , Barcelona. Alma Ponce, Universidad de la Serena, escuela de Arquitectura.
ID Abstract: 369