La música, entendida como una manifestación cultural, está asociada a una variedad de significados. Desde enfoques propios de la geografía cultural se puede abordar la dimensión espacial de este fenómeno para su análisis e interpretación, tal y como se ha mostrado en investigaciones de reciente publicación. La música se vincula a territorios a partir de la evocación de imágenes que sugieren las melodías y las letras de las canciones. Por una parte, se relaciona con la identidad de los pueblos y regiones a partir de la pervivencia y el legado de músicas tradicionales que se han ido transmitiendo durante generaciones. Por otra parte, en una etapa más reciente, las bandas sonoras de los anuncios en televisión, de las películas o las series, se han encargado de proyectar un imaginario que tiene capacidad para la atracción de visitantes a estos espacios. Esto brinda una oportunidad para la promoción de los territorios y su desarrollo vinculado a la proyección turística. Algunos de estos espacios son destinos consolidados que cuentan con una larga tradición en el desarrollo del turismo donde se posibilita la diversificación de la actividad recreativa. En otras ocasiones, son regiones con un recorrido más corto que quieren incorporarse a las supuestas bonanzas asociadas a esta actividad. Un ejemplo lo constituyen aquellos festivales de música que se han consolidado como factor de primer orden para la atracción de visitantes en territorios de interior que acusan problemas demográficos o económicos. La celebración de este tipo de eventos puede contribuir a su revitalización complementando su economía, si se tienen en cuenta ciertas premisas imprescindibles en la gestión de su desarrollo. Estos territorios disponen de paisaje, calidad ambiental o riqueza gastronómica, elementos que el turista demanda y se pueden incorporar como recursos complementarios a la oferta musical, principal motivo del desplazamiento turístico. También la creación de productos aparece, según las visiones, como una oportunidad para el desarrollo del turismo relacionada con la música. En este sentido, el interés se centra en una doble vertiente. Por una parte, en la capacidad de satisfacer a una demanda interesada en conocer los espacios en los que se inspiran las canciones o que aparecen en las portadas de los discos, así como aquellos territorios vinculados a los artistas. Por otra, en la capacidad de analizar la viabilidad de estos eventos y los beneficios aportados, así como de evaluar sus impactos, como los asociados al riesgo de masificación.
Francisco Javier Jover-Martí (1); Asunción Blanco-Romero (2); Inmaculada Díaz-Soria (2)
(1) Universidad de Castilla-La Mancha, (2) Universitat Autònoma de Barcelona
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